Alexander Kateb analiza el modo en que el centro de gravedad se desplazó a naciones como Brasil y China
“Los países del Brics dan una lección”
El siglo XXI marca el fin de la dominación de Estados Unidos y los países occidentales por sobre el resto y abre una fase que el economista francés define como “la segunda globalización dominada por los países del Sur”.
Por Eduardo Febbro
Desde París
¿Dónde está el centro del mundo? ¿En París, en Washington, en Londres o en Brasilia y Pekín? Hasta hace algunos años, la respuesta era inequívoca: las tres capitales occidentales eran los núcleos del poder mundial. Hoy ya no. El siglo XXI marca el fin de la dominación occidental sobre el resto del mundo y abre una nueva fase histórica que el economista francés Alexander Kateb define como “la segunda globalización dominada por los países del Sur”. Brasil y China tienen un papel central en la reconfiguración económica y moral de los centros de poder. En un ensayo brillante sobre el grupo Brics, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, Alexander Kateb analiza el modo en que el centro de gravedad se desplazó hacia otras zonas del mundo y pone el acento en el fracaso del modelo neoliberal y las ideologías neocolonialistas con las cuales Occidente se apropió del planeta. “Se acabó la era en que las grandes potencias occidentales podían decidir solas el porvenir del planeta.”
La crisis financiera, el colapso de la Zona Euro y la intervención del Brics para salvar a Europa demuestran la pertinencia del análisis del economista francés. Su libro, Las nuevas potencias mundiales, por qué los BRICS cambian el mundo, destaca la “venganza” de quienes antes eran considerados “los parias del mundo” sobre las llamadas democracias ejemplares que hoy sucumben a los excesos del sistema financiero, la corrupción, la deuda y los déficit. Profesor en la Universidad de Ciencia Política de París, director del gabinete de consejo y análisis Competente Finance, Kateb es uno de los primeros ensayistas del Oeste en observar la profundidad y la dimensión con que el mundo cambió de rumbo sin que la prensa occidental tenga conciencia de ello.