jueves, 7 de noviembre de 2013

Made in...

 Por Javier Lewkowicz

La economía argentina registra una dualidad estructural de larga data que resulta central para comprender problemas de raíz. Según los datos recopilados por Cash, entre enero y agosto de este año sólo 7 de los 31 sectores de la producción de bienes y servicios mostraron superávit comercial. Del privilegiado grupo que pudo generar divisas, el 90 por ciento de los dólares ingresaron por la venta de alimentos, bebidas y productos primarios del agro. Del otro lado, la manufactura, que genera más empleo y utiliza de forma más intensiva la tecnología, acumuló un déficit superior a los 20 mil millones de dólares, excluyendo a la energía.
Desde el punto de vista de lo deseable, la Argentina no debe dejar de ser inclusiva en los próximos años y décadas. La caída de la desigualdad y la mejora en las condiciones laborales requieren de un aumento del empleo y los salarios. El resultado es un mercado interno fuerte, que presiona sobre las importaciones de bienes, insumos y maquinaria y permite a las empresas extranjeras ganar dinero que luego giran al exterior. Entonces se produce una presión estructural sobre la disponibilidad de divisas.
El único camino sostenible desde el punto de vista de la soberanía económica es tener superávit de cuenta corriente, donde sobresale la balanza comercial, que registra el intercambio de bienes con el exterior. Esto no elimina la posibilidad de tomar deuda externa para financiar proyectos de infraestructura prioritarios o incluso para salvar una situación de stress en el sector externo, así como tampoco de apelar al incentivo a la inversión extranjera (IED). Pero hacer del aporte de la deuda y la IED el nudo de la estrategia implica someterse a la voluntad del mercado y de las transnacionales. Y el desarrollo económico no es un camino de rosas. Si la periferia se desarrolla, pierden las economías centrales. Nadie quiere financiar de buena gana un modelo de desarrollo que discuta la ganancia del propio financista.

Dualidad

En los ocho primeros meses del año el superávit comercial fue de 6292 millones de dólares. Ese total se obtuvo a partir del ingreso de divisas por parte de 7 sectores de la producción por un total de 34 mil millones de dólares y un déficit de los 24 sectores restantes de 27.700 millones. Hilando más fino se percibe que de los 34 mil millones que consiguieron los sectores superavitarios, 30 mil millones, el 90 por ciento, se explica por la elaboración de alimentos y bebidas (17,4 millones) y por agricultura, ganadería y caza (13,3 millones de dólares). Entre los deficitarios, maquinaria y equipos explica el 40 por ciento del déficit (11.200 millones), energía representa el 21 por ciento (5800 millones), el sector químico un 13 por ciento (3700 millones) y vehículos y equipos de transporte el 11 por ciento (3070 millones).
Esos datos reflejan una dualidad estructural, porque sólo los sectores que aprovechan las ventajas comparativas del país en materia agropecuaria son superavitarios y aquellos que requieren de un enorme esfuerzo colectivo para desarrollar habilidades especiales no vinculadas a los recursos naturales son deficitarios. Pero, retomando, si la cuestión es tener divisas comerciales para financiar el crecimiento, ¿por qué debería tener relevancia qué es lo que vendemos y qué compramos?
Tener un sector productor de alimentos altamente superavitario es una condición necesaria para el desarrollo nacional. Es la actividad donde el país tiene más productividad por sus condiciones naturales pero también por muchos años de experiencia y capacidad acumulada por las empresas. Ningún país quiere descuidar ni un solo mercado que le permita mejorar su ecuación comercial. Los sectores primario y de manufacturas agropecuarias no son las excepciones, ni siquiera para los países desarrollados.
Según el International Trade Center, que depende de la Unctad, Argentina es el segundo exportador mundial de cereales. Pero no comparte las primeras posiciones sólo con países subdesarrollados: el primer puesto es para los Estados Unidos y el tercero para Francia. Le siguen India, Australia, Canadá, Ucrania y Brasil.
En las ventas de aceite de semilla, frutas orgánicas y granos, los líderes son Estados Unidos, Brasil, Canadá, Argentina, Holanda y Australia.
En aceites vegetales, Indonesia, Malasia, Argentina, Holanda, Estados Unidos y Ucrania.
En residuos de la industria alimentaria y alimento para animales el orden es Argentina, Estados Unidos, Brasil, Holanda, Alemania, Francia, China, India.
La conclusión es que los países que tienen condiciones para exportar alimentos, las explotan y mucho.
El problema para la Argentina es que esos dólares no alcanzan. Llegan con lo justo en el contexto actual de precios internacionales todavía altos, pero un deterioro de los términos del intercambio, que encima es un escenario probable, pondría al sector externo en alerta rojo. Además, el agro tiene un techo de producción que es la superficie cultivable. E incluso si las divisas alcanzaran, existen otros problemas. Se trata de sectores que ocupan poca mano de obra, algo que atenta contra el objetivo primero de tener una economía inclusiva y que tienda a la justicia social. El caso extremo es el de los países petroleros de Medio Oriente: un ingreso per cápita altísimo con un grado de desigualdad social mayúsculo.
Por otro lado, la explotación de los recursos naturales en una escala tan grande supone problemas de sostenibilidad ambiental que es necesario no menospreciar y que requieren de un alto (y arduo) consenso social.

Déficit

La información desagregada del balance comercial enero-agosto 2013 muestra que el sector más deficitario es la fabricación de maquinaria y equipo (-5300 millones de dólares) que actúan sobre los materiales (como manejo, rociado, pesado o embalado), incluidos componentes que aplican fuerza que se utilizan en actividades industriales, de construcción, ingeniería y agricultura. Le sigue sustancias químicas (-3750 millones), que incluye plaguicidas, insecticidas, herbicidas, fertilizantes, tintas y curtientes, entre otros. En tercer lugar aparece el sector de energía, con un saldo negativo de 5800 millones de dólares, por las compras de gasoil para abastecer a las centrales térmicas y de gas para el consumo.
El intercambio de vehículos automotores, remolques y semirremolques y de otros tipos de transporte demandó más de 3000 millones de dólares. Allí se incluye autos, equipos de transporte industrial, chasis, tractores, partes eléctricas de autos, carrocerías y otras autopartes. En tanto, maquinaria y aparatos eléctricos requirió casi 2000 millones de dólares, por las compras de motores, generadores y trasformadores, baterías y equipos de iluminación. Le sigue equipos, aparatos de radio, televisión y comunicaciones, con 1450 millones, y máquinas de oficina, por 1444 millones, que se explica en buena medida por la actividad de las firmas en Tierra del Fuego.
Los países desarrollados sí tienen un liderazgo indiscutible en los rubros de manufactura intensiva en tecnología. En equipamiento eléctrico y electrónico el primer exportador es China, seguido de Estados Unidos, Alemania, Japón, Corea y Singapur.
En maquinaria, reactores nucleares y calderas, China, Alemania, Estados Unidos, Japón, Italia y Holanda.
En fertilizantes el orden es Rusia, Canadá, China, Estados Unidos, Alemania, Holanda, Bielorrusia y Bélgica.
En productos farmacéuticos, Alemania, Suiza, Bélgica, Estados Unidos, Francia, Reino Unido e Irlanda.
En ferrocarriles y equipamiento, China, Alemania, Ucrania, Estados Unidos, México, España, Austria y Rusia.
En autos, Alemania, Japón, Estados Unidos, México, Corea, Canadá, China, Reino Unido y Francia.
En aeronaves, astronaves y sus partes lideran Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Canadá, Singapur, Italia y Brasil.

Desafío

La reversión del resultado comercial en los rubros deficitarios es una tarea compleja y prioritaria para la política industrial. No consiste sólo en la sustitución de importaciones, estrategia preferida en las décadas de los ’50 y ’60, porque la globalización de las cadenas de producción por parte de las empresas impide llegar a productos “100 por ciento” nacional. La mejora en el resultado entonces también estará ligada a una mejor inserción exportadora en segmentos industriales donde el país esté bien posicionado, ya sea por contar con un mercado interno fuerte, empresas públicas que actúen de estímulo y del sector privado que acumulen experiencia y mano de obra calificada. Nada de “esto se resuelve fácil”, como muchos políticos y economistas plantean en la televisión

Saldo comercial

–Diferencia entre exportaciones e importaciones, en dólares, de enero a agosto de 2013–
Sectores superavitarios
Alimentos y bebidas17.449.178.436
Agricultura, ganadería y caza13.347.837.377
Metales comunes1.335.059.986
Organizaciones y órganos extraterritoriales1.246.062.904
Minerales metalíferos391.724.694
Marroquinería270.700.761
Producción de madera11.600.586
Total34.052.164.744
Sectores deficitarios
Tabaco13.613.234
Pesca14.905.640
Otras minas y canteras32.601.272
Silvicultura y extracción de madera43.304.126
Edición e impresión60.067.284
Prendas de vestir y teñido de pieles121.191.857
Carbón, lignito y extracción de turba148.674.544
Electricidad, gas, vapor y agua caliente226.781.056
Minerales no metálicos238.048.368
Papel y de productos de papel425.800.411
Productos textiles456.042.516
Muebles; industrias manufactureras520.013.414
Otros tipos de equipo de transporte666.266.174
Productos de metal, excepto maquinaria y equipo703.296.013
Productos de caucho y plástico929.767.840
Instrumentos médicos, ópticos y relojes1.066.276.304
Maquinaria de oficina, contabilidad e informática1.444.275.636
Equipos de radio, televisión y comunicaciones1.450.824.998
Maquinaria y aparatos eléctricos1.934.496.729
Autos, remolques y semirremolques2.404.714.363
Petróleo crudo y gas natural2.747.658.704
Coque, nafta y combustible nuclear3.051.622.739
Sustancias y productos químicos3.752.318.815
Maquinaria y equipo5.311.087.309
Total27.763.649.346
Saldo comercial6.288.515.398

Fuente: Elaboración propia en base a datos oficiales

miércoles, 26 de junio de 2013

El Ministerio de Industria capacitó a 11 mil recursos humanos de pymes

Martes 25 de junio
Unas 2500 empresas capacitaron a su personal a través de instrumentos que impulsa la cartera productiva. Más de 1600 pymes aplicaron al programa Crédito Fiscal, que reintegra hasta el 100% de los gastos realizados en la formación laboral, y otras 900 participaron de los seminarios desarrollados por el Programa Nacional de Capacitación.
El Ministerio de Industria permitió, en 2013, que unas 2500 pequeñas y medianas empresas de todo el país continúen formando a su personal a través de diferentes herramientas implementadas a través de la Secretaría Pyme. Los 11 mil mandos medios, gerentes y operarios capacitados permiten a las empresas mejorar sus niveles de competitividad, lo que se traduce en mejoras en la productividad.
“El aporte de 38 millones de pesos en la primera convocatoria del programa Crédito Fiscal para Capacitación contribuye a mejorar la competitividad pyme, en tanto que la capacitación en cada área de la empresa impulsa la productividad y mejora la calidad del empleo, aumentando la especialización de los trabajadores”, señalo la ministra Débora Giorgi.
Las actividades de capacitación involucran a 11 mil mandos medios, gerentes y titulares de pymes; entre las temáticas más frecuentes se encuentran la capacitación en dirección de empresas, estrategias de gestión empresarial, calidad, Tecnologías de la Información y Comunicación, administración y finanzas. A nivel territorial, las provincias con mayor participación fueron Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, Neuquén, Santa Cruz, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires.
Crédito Fiscal para Capacitación permite participar de actividades abiertas al público en general, que pueden realizarse en universidades públicas y privadas, o cerradas a través de ciclos de capacitación dentro de la compañía. Entre las unidades capacitadoras que operan con el programa y que son elegidas frecuentemente se encuentran la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), IAE Bussiness School, Universidad Austral, Universidad de Belgrano, UADE y Funesco.
Las pymes pueden solicitar hasta el 8% de los montos que destinaron al pago de salarios (masa salarial bruta) en los 12 meses previos a la presentación del proyecto. Las grandes empresas también pueden participar cediendo a una o más pymes la capacitación y cobrando el reintegro, que en este caso no podrá superar el 8‰ de su masa salarial.
En el primer semestre de 2013 el subsidio promedio por empresa superó los $23.600; el reintegro que cobran las empresas a cambio de sus inversiones en capacitación se hace efectivo a través de la emisión de un bono de crédito fiscal electrónico que las pymes pueden aplicar al pago de cargas impositivas de carácter nacional (Ganancias, IVA, etc.) o bien endosarlo y utilizarlo como medio de pago.
La convocatoria de Crédito Fiscal continúa en el segundo semestre del año con un presupuesto de $ 40 millones. Las empresas pueden inscribirse y solicitar el beneficio directamente desde la web ingresando en el sitio www.industria.gob.ar.
La cartera industrial también está realizando actividades de capacitación en todo el país a través del Programa Nacional de Capacitación. Este instrumento realiza seminarios con temáticas relevantes a la gestión empresarial que se adaptan a la realidad local y regional del lugar donde se dictan. En el marco del programa ya se realizaron actividades en Catamarca, Salta, Tierra del Fuego, Corrientes, Tucumán, Entre Ríos, Mar del Plata, Olavarría, Mendoza y Misiones donde se capacitaron 930 empresarios.

“Capacitar a los trabajadores es esencial para seguir generando empleo de calidad y mejorar la competitividad de las pymes”

Martes 25 de junio
Así lo afirmó el subsecretario Pyme de la Nación, Andrés Elgarrista, tras recorrer parques industriales de Chaco y poner en funciones a la nueva titular de la oficina GenIA (Generadora de Industria Argentina) local. “En el primer semestre del año, 2500 empresas capacitaron a su personal a través de instrumentos que impulsa el Ministerio que encabeza Débora Giorgi, lo que se traduce en mejores condiciones de competitividad y más negocios para las pymes”.
Elgarrista, junto con autoridades provinciales, visitó empresas radicadas en el Parque Industrial de Puerto Tirol, el Complejo Industrial Barranqueras y el Parque Industrial del Chaco. “La capacitación y especialización de todos los empleados mejora la calidad del empleo y fortalece la capacidad productiva de las pymes”, resaltó allí y afirmó que “al igual que en años anteriores, en el primer semestre de 2013 los programas para pymes han logrado muy buenos resultados”.
Durante la visita a la provincia, la agenda del subsecretario Pyme de la Nación incluyó una reunión de trabajo con el ministro de Industria de Chaco, Sebastián Agostini, puso en funciones a la nueva titular de la oficina territorial GenIA, se reunió con el presidente de la Unión Industrial de Chaco, Andrés Yrigoyen, y visitó pymes chaqueñas ubicadas en parques industriales junto al subsecretario de Industria local, Gustavo Ferrer.
En lo que va del año, el Ministerio de Industria permitió que unas 2500 pymes de todo el país, que involucran a 11 mil trabajadores, continúen formando a su personal a través del programa Crédito Fiscal para Capacitación (las empresas pueden solicitar el beneficio, que cubre hasta el 100% de las capacitaciones, ingresando en www.industria.gob.ar) y de los distintos seminarios territoriales desarrollados por el Programa Nacional de Capacitación.
“Chaco tiene la capacidad y la posibilidad de tener empresas más competitivas, innovadoras, con mano de obra especializada y trabajadores que formen parte de pymes radicadas en polos industriales que fortalezcan el entramado industrial regional”, dijo, y resaltó que a nivel territorial, la provincia (junto con Buenos Aires, CABA, Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, Neuquén, Santa Cruz y Santa Fe) se encuentra entre las que más utilizaron esta herramienta para fortalecer la formación de personal en las pymes.
Entre las temáticas más frecuentes que involucran la formación de recursos humanos se encuentran la capacitación en dirección de empresas, estrategias de gestión empresarial, calidad, Tecnologías de la Información y Comunicación, administración y finanzas.
La oficina GenIA, iniciativa de la cartera que encabeza Débora Giorgi, tienen como finalidad seguir federalizando el desarrollo industrial del país a través de la creación de nuevas unidades de negocios, y la agregación de valor e innovación en las empresas existentes.
Al respecto, el ministro de Industria de Chaco, Sebastián Agostini, destacó el rol que tendrá la oficina GenIA-Chaco. “Tenemos un nuevo desafío para traer a nuestra provincia las herramientas del Ministerio de Industria para que las pymes chaqueñas puedan consolidar definitivamente su crecimiento y desarrollo industrial”.
Estas oficinas trabajan descentralizando la atención del Ministerio de Industria, que a través de programas específicos permiten a las empresas acceder a créditos para inversión productiva con las mejores condiciones del mercado, capacitación gratuita y de calidad para los recursos humanos, aportes no reembolsables para mejorar la gestión empresarial, asistencia técnica y económica para la asociatividad de pymes que tengan el objetivo de crecer en grupo, y también, apoyo a la actividad emprendedora y al desarrollo regional para fortalecer las cadenas de valor locales y regionales.
Esta dependencia chaqueña se suma a las puestas en funcionamiento en Córdoba, Entre Ríos, Buenos Aires (Mar del Plata, Olavarría, Pergamino y Junín) Mendoza, Salta, Tucumán, Catamarca, Chaco, Tierra del Fuego, La Pampa, Corrientes y Misiones.

viernes, 31 de mayo de 2013

Los jóvenes ahora eligen a las pymes para trabajar



Cómoda y definitivamente instalados en el mercado laboral, la Generación Y, aquellos jóvenes nacidos entre 1982 y 1995, también conocidos como Millennials, busca trabajos con mayor flexibilidad y que le posibilite su desarrollo personal y profesional.

Tradicionalmente los jóvenes son cuestionados por su "falta de compromiso organizacional", "poca responsabilidad" y "alto nivel de exigencias y demandas", pero en los últimos años las empresas debieron cambiar su postura crítica hacia una más "amigable".

En un principio, para "seducirlos" y posicionarse como empleadores atractivos a los ojos de estos jóvenes, apostaron por entornos de trabajos flexibles, lúdicos y hasta "cool", como por ejemplo el "estilo Google". 

Además de las tecnológicas, las multinacionales deconsumo masivo y de telecomunicaciones fueron las que dieron el puntapié y empezaron a trabajar en estas nuevas tendencias.

Sin embargo, este "aggiornamiento" no fue suficiente y, en paralelo, las compañías tuvieron que ir adaptando sus políticas a los valores de los Millennials y forjar puntos de encuentro con el resto de las generaciones(Tradicionalistas, Baby boomers y X) para posibilitar una convivencia armónica.

Según proyecciones de PwC, para el 2020, la Generación Y constituirá el 50% de la fuerza laboral a nivel global y a lo largo de sus carreras tendrá entre 10 y 14 empleos diferentes.

¿Qué buscan los jóvenes de esta generación? Entre otras cosas, requieren un plan de carrera claro, definido, con expectativas y metas realizables; un jefe que sea mentor y coach, y una empresa que los ayude a desarrollar las competencias que les faltan.

También esperan un trabajo flexible en organizaciones con valores arraigados similares a los suyos. Y no toleran el autoritarismo, el clima laboral hostil, la monotonía de una rutina sin grandes desafíos y la falta de reconocimiento.

"Las empresas comenzaron a darse cuenta que hay ciertos valores que a la Generación Y los atrapa y atrae a la hora de elegir donde trabajar", dice Alejandro Mascó, autor del libro "Entre generaciones. No te quedes afuera del futuro" y socio de la consultora Oxford Partners.

"Estos chicos son mucho más creativos, se muestran muy preocupados por la RSE y el cuidado del medio ambiente, son informales en sus estilos de comunicación y exigentes en la manera de relacionarse con los otros para tener un feedback continuo", agrega al medio iProfesional.

Según expresa Mascó, en la actualidad hay compañías que han logrado adaptar a su cultura ciertos mecanismos y recursos para que estos jóvenes sientan a la organización como parte de su familia, dado queellos buscan vínculos informales y relaciones horizontales, como los que tienen con sus padres.

Rotundo, Alejandro Melamed, VP de Recursos Humanos para Latinoamérica Sur de Coca-Cola y autor del libro "¿Por qué no? Cómo conseguir y desarrollar tu mejor trabajo", advierte que enojarse y ponerse nerviosos con los Y es un "gran error".

"Ellos ven valores pero también los disvalores, toman ejemplos y contraejemplos respecto a cómo quieren, y no quieren, ser", apunta el ejecutivo.

Nativos digitales y acostumbrados a la inmediatez y al convivir y desenvolverse en múltiples "interfases", en ellos suele predominar un sentimiento de fuerte ansiedad, por lo que al ingresar a una compañía, lo primero que preguntan es "cuando van a ser gerentes".

En este sentido, Melamed reconoce que "el principal desafío es tener paciencia y no enojarnos, de ambos lados". Por el contrario, cree que hay que tomar aprendizajes de la Generación Y, y valorarla en vez de tolerarla porque sus aportes y conocimientos son de un gran valor para las compañías.

Para entender algunas de sus conductas, hay que remitirse a la década del 90. Tal como justifica el VP de RRHH de Coca-Cola, "la mayoría de los jóvenes Y vivió una gran decepción y sufrió cuando a algún familiar cercano lo desvincularon de las empresas, a raíz de lo cual empezaron a tener una actitud diferente hacia el mundo corporativo".

La hora de las pymes
Paula Molinari, directora académica del Programa Ejecutivo de Recursos Humanos de la Universidad Torcuato Di Tella y autora del libro "Turbulencia Generacional", advierte que por primera vez en la historia ha bajado la atractividad de las grandes empresas a la hora de elegir un lugar para trabajar.

Según explica la experta en talento, hoy lasmultinacionales son percibidas por los jóvenes como "muy burocráticas", por lo que muchas veces prefieren emplearse en las empresas pequeñas y medianas profesionalizadas. A diferencia de sus antecesores, los X, no son tan "corporativos" ni compran a ojos cerrados los proyectos de las grandes marcas. 

"Dentro de las pymes, los Y se sienten más socios del negocio, pueden conocer con detalle los procesos y la cadena de valor completa y, en general, tienen una participación mayor a la hora de tomar decisiones", asegura.

En Whalecom, la consultora que dirige Molinari, también observan una valoración creciente del trabajo autónomo.

"Las empresas tercerizan cada vez más tareas y áreas, lo cual es una oportunidad laboral para los jóvenes que optan por trabajar por su cuenta. Antes, los trabajadores autónomos y part time eran vistos como los parias del mercado. Hoy, por el contrario, es una propuesta de valor ya que a los chicos les permite trabajar con flexibilidad y manejar sus tiempos", remarca la autora de "Turbulencia Generacional".

En los 25 años que lleva dando clases en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, Melamed acostumbra sondear entre sus alumnos cuántos trabajarían en una multinacional, cuántos lo harían en una Pyme, aquellos que prefieren desarrollar su propio emprendimiento, como así también las preferencias de emplearse en las ONG y en el Estado.

"Antes la preferencia dentro de la clase hacia las grandes empresas era del 75%, pero hoy no supera el 25%. Especialmente, los hombres tienen una actitud muy fuerte hacia el emprendedorismo. No quieren depender de jefes", advierte el ejecutivo.

Para el líder de RRHH de Coca-Cola, una clara diferencia entre los Millennials y las generaciones anteriores es que ellos quieren trabajar "para" las empresas y no "en" las empresas.

En este sentido y a modo de conclusión, Mascó marca un cambio importante: "En los ´90 se hablaba del balance entre la vida personal y laboral. Pero, con la llegada al mercado de los Y, se produjo un cambio de paradigma. Para esta generación, la vida no está separada del trabajo sino que éste es parte de la vida y, por eso, es que priorizan tanto el hecho de encontrar empleos que les permitan desarrollarse y pasarla bien".-


Fuente: iProfesional

sábado, 4 de mayo de 2013


El Gobierno nacional estableció los nuevos montos de ventas totales anuales que se tendrán en cuenta para que las empresas sean consideradas Micro, Pequeñas o Medianas, que estaban congelados desde 2010.

Lo hizo a través de una resolución de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional, publicada en el Boletín Oficial.
Así, serán consideradas Micro, Pequeñas y Medianas Empresas aquellas cuyas ventas totales anuales no superen los siguientes valores: Agropecuario: 54 millones de pesos; Industria y Minería 183 millones; Comercio: 250 millones; Servicios 63 millones y Construcción, 84 millones.
De este modo, el Poder Ejecutivo optó por un único parámetro para incluir en el mismo a todo el universo Micro, Pequeña y Mediana Empresa, “correspondiendo establecer un valor límite de las ventas según el sector de la empresa”, de acuerdo con el texto oficial.
La resolución estableció que se entenderá por ventas totales anuales, al “valor de las ventas que surja del promedio de los últimos tres estados contables o información contable equivalente adecuadamente documentada, excluidos el Impuesto al Valor Agregado, el Impuesto Interno que pudiera corresponder, y deducido hasta 50 por ciento del valor de las Exportaciones que surja de la documentación”.

lunes, 25 de marzo de 2013

15/3/2013  |  Integración productiva: Dinamismo en la participación del empresariado
Primera selección de proveedoras autopartistas

Se cumplió una primera fase de selección de 25 empresas argentinas que generó una dinámica de trabajo en red con otras pymes del Mercosur, saliendo del esquema jerarquizado. 


 
 

En el mes de noviembre de 2012, en la 17ªreunión del Grupo de Integración Productiva desarrollada en Montevideo, se puso en marcha el Programa FOCEM dirigido a empresas de autopartes, automóviles, petróleo y gas.

Hace quince días, está culminada la primera etapa de selección de 25 empresas argentinas proveedoras de autopartes, elegidas para participar, todas correspondientes al sector de las empresas Pyme, sujeto emblemático del proyecto de integración productiva.

En esta fase también se procedió a una licitación regional de las empresas consultoras para los servicios pautados; de esta forma quedó conformado para este tramo un consorcio argentino-brasileño de empresas consultoras.

Estas empresas proveen empleo a más de 2500 personas del sector metalmecánico, con capacidad técnica interesante, lo que los convierte en agentes permeables a este tipo de iniciativas. Este tipo de trabajador tiene la permeabilidad suficiente para participar del experimento de la integración productiva.

Por otro lado se verifica el compromiso de los actores empresariales, que llegaron a desarrollar empresas calificadas con certificaciones de jerarquía internacional, las normas ISO. Un esquema que es posible que se reproduzca, y que incorpora al proyecto rasgos muy singulares.

El proyecto consiste en una agenda de extensión tecnológica y de propulsión de asociaciones estratégicas, es un programa de mejora de competitividad, y define la elegibilidad de las empresas a ser financiadas para los proyectos de IP.

La primera etapa en la selección de estas empresas que participarán de los programas FOCEM autopartista, se alcanzó gracias a la intervención comprometida del Comité Consultivo de Argentina (hay uno en cada miembro del Mercosur), en donde los distintos actores obviaron sus diferencias internas.

Participaron cámaras empresarias, ADIMRA, AFAC, miembros de la Cancillería, del Ministerio de Industria y de Economía.

La dinámica novedosa de este programa, es que el día que se firman los contratos con las empresas y las consultoras, a través de dos años de trabajo en distintas áreas, se culmina con asociaciones estratégicas de empresas de Paraguay, Brasil, Uruguay y Argentina, que superan el esquema empresa ancla- empresa proveedora, para desarrollar una red de pymes provenientes de estos países, pero de la misma escala.

Esto le da un tono de trabajo en red más que de articulación jerarquizada.


[Graciela Baquero]
 

jueves, 7 de febrero de 2013


Crecieron casi el 50 por ciento las consultas de pymes al Ministerio de Industria

Lunes 4 de febrero
La cartera que dirige Débora Giorgi canalizó en el 2012 casi 20 mil solicitudes de pequeñas y medianas empresas que tuvieron como destino concretar inversiones, asesoramiento para constituir una pyme y capacitación de recursos humanos.
Las solicitudes de pequeñas y medianas empresas para desarrollar inversiones, fortalecer la gestión empresarial y capacitar a recursos humanos ascendieron a 19.724 durante el año pasado, lo que representa un crecimiento de casi el 50% (48 por ciento) frente al 2011 cuando se realizaron unas 13.257 gestiones de asesoramiento y orientación pyme, de acuerdo a un informe del Servicio de Atención al Empresario del Ministerio de Industria.
“Seguimos ofreciendo distintas herramientas y servicios para que pymes y emprendedores logren potenciar cada cadena de valor en cada rincón de la Argentina con el claro objetivo de continuar profundizando el proceso de reindustrialización nacional”, subrayó Giorgi.
En este sentido, el informe destacó que entre las consultas más frecuentes se encuentra la orientación, gestión y asesoramiento para acceder a los distintos programas de financiamiento. “Este salto cuantitativo y cualitativo da cuenta que ante buenas opciones de financiamiento las empresas invierten porque saben que esa es la manera de crecer, consolidarse y contribuir a mantener un mercado interno sólido”, destacó Giorgi.
Entre las gestiones realizadas por los técnicos de esta área, se destacan las relacionadas con empresas de los sectores industriales, de servicios y comercio en temas relacionados con cómo y dónde conseguir financiamiento para invertir en maquinaria, capital de trabajo, realizar inversiones y comprar bienes de capital con más del 80% de las consultas.
Le siguen consultas por asistencia técnica para potenciar la gestión de las empresas y  asesoramiento sobre herramientas de capacitación de recursos humanos tanto en áreas gerenciales como para trabajadores de distintas áreas de la empresa; como así también las consultas por asistencia legal, temas relacionados con comercio exterior y asistencia para potenciar el desarrollo regional.
A través de este servicio que ya se transformó en un aliado clave para quienes buscan orientación profesional, detectando necesidades y ofreciendo soluciones de acuerdo a la necesidad de la empresa, el área de Atención Pyme no sólo brinda asesoramiento para acceder a las más de 30 herramientas de la cartera industrial sino que también trabaja en forma articulada con otros organismos para reforzar la gestión y competitividad de pequeños y medianos empresarios.
Además de la línea telefónica gratuita ( 0-800-333-7963) que atiende los días hábiles de 10 a 17, quienes deseen realizar consultas o ser asesorados para emprender o potenciar un negocio, acceder a capacitación, potenciar la gestión empresarial, o realizar nuevas inversiones también pueden recurrir a la casilla de correo electrónico atencionpyme@industria.gob.ar o escribir en una plantilla confidencial para mensajes alojada en el portal www.sepyme.gob.ar/atencion-pyme. Asimismo, también pueden acercarse a la sede de la Secretaría Pyme en Avenida Julio Argentino Roca N° 651, CABA.
El servicio también responde en otros idiomas (inglés, portugués) o lenguaje de señas. Incluso en la ocasión de que la Secretaría Pyme no brinde soluciones para el caso puntual, se hacen recomendaciones acerca de instrumentos de otros organismos que resulten más apropiados.
Asimismo, para potenciar la presencia en todo el país de las herramientas del Ministerio de Industria, las oficinas territoriales GenIAs (generadoras de Industria Argentina) canalizan consultas y asesoramiento directo tanto para emprendedores, jóvenes empresarios y pequeñas y medianos empresarios.
Además, también pueden informarse y acceder a créditos blandos, capacitación y asesoría técnica a través de 120 agencias de desarrollo productivo y ventanillas de atención de los programas.

Más créditos productivos: Giorgi afirmó que aseguradoras financiarán inversiones en pymes

Jueves 31 de enero
Es en el marco de la normativa aprobada en octubre pasado, que obliga a las firmas aseguradoras a volcar un porcentaje de sus activos en la economía real. Los fondos de inversión captarán estos activos y, de este modo, más pymes ingresarán en el mercado de valores. “Esto significa mayor densidad industrial y crecimiento federal”, resaltó la ministra de Industria, Débora Giorgi.
La titular de la cartera fabril, acompañada del secretario Pyme, Horacio Roura, analizó esta tarde, junto a representantes de 13 fondos de inversión, las herramientas técnicas para que estos actores financien a las pequeñas y medianas empresas en su ingreso al mercado de capitales a través de los activos que las empresas aseguradoras de riesgo deben destinar exclusivamente a inversiones productivas y de infraestructura.
Durante el encuentro, realizado en el Salón Malvinas Argentinas del Palacio de Hacienda, Giorgi destacó “el compromiso del gobierno de Cristina y de Néstor Kirchner, desde el 2003, en poner a las pymes en el centro de la escena”. “Eso significa mayor densidad industrial, crecimiento federal y aprovechar las ventajas competitivas que ofrecen las pymes”, agregó la ministra.
Por el sector asegurador, participaron directivos de los fondos de inversión Pellegrini, SBS, Galileo, Schoeders, Cohen, Raymond James, Tavelli, Gainvest, GPS, Compas, Consultatio, Allaria, Convenxity, entre otros. La resolución 37.163 (que introduce el denominado “inciso K” al reglamento de la industria aseguradora) obliga a las compañías de seguros de ramos generales a  aportar un mínimo del diez por ciento y un máximo de 20%, mientras que, para las aseguradoras de vida y retiro, será un piso de 12% y un techo de 30% y, en el caso de las ART, de 5% y 20%, respectivamente.
Los recursos ascienden a un monto total de 7.500 millones de pesos y el Ministerio de Industria participa en el Comité de Elegibilidad de Inversiones -junto a Economía y la Superintendencia de Seguros-, a través de los secretarios de Industria, Javier Rando, y de la Pequeña y Mediana Empresa, Horacio Roura.
Por su parte, los fondos de inversión se convertirán en los nexos para que este financiamiento llegue a las pymes que estén interesadas en insertarse en el mercado de valores. Para ello deberán cumplir con una serie de requisitos: destinar como mínimo el 60% de su patrimonio pyme a inversiones del sector –cumpliendo la exigencia del inciso K-, y que, como mínimo, el 50% de esas inversiones estén destinadas a instrumentos que no sean cheques de pago diferido (como obligaciones negociables y fideicomisos financieros, entre otros).
“Este es otro paso más hacia el desarrollo del mercado de capitales para las PYMES; realmente es el mecanismo por excelencia para el financiamiento de este segmento”, concluyó Giorgi.
A través de esta iniciativa, Industria busca apoyar proyectos productivos con alto impacto en el desarrollo local y en la generación de empleo y suma así una nueva opción de financiamiento blando a las líneas con las que cuenta, como Bicentenario, Régimen de Bonificación de Tasas, Fonapyme, préstamos para pymes que se quieren instalar en Parques Industriales, además de otros instrumentos en materia de capacitación, asociatividad, emprendedurismo y desarrollo regional.
Participaron también del encuentro la Directora Nacional de Financiamiento Pyme, Guadalupe Acuña, y asesores de la cartera.

viernes, 1 de febrero de 2013


Industria destinó más de $2700 M para facilitar el acceso al financiamiento a más de 11 mil Pymes

Lunes 28 de enero
La cartera que dirige Débora Giorgi asistió con diversos instrumentos financieros a más de 11.750 empresas pyme de todo el país promoviendo el desarrollo de procesos de inversión a través de la mejora de las condiciones de acceso al crédito.
“La multiplicidad de líneas de crédito e instrumentos para invertir con los que cuentan las pymes es inédita en la historia del país”, aseguró Giorgi, quien a la vez consignó que “el financiamiento a pymes aumentó el 915% de 2003 a la fecha, muy por encima del 573% que creció el financiamiento bancario en general.”
Las empresas pyme obtuvieron financiamiento por $2725 millones a través de las  líneas crediticias con condiciones preferenciales que instrumenta el Ministerio de Industria para financiar proyectos de inversión, compra de bienes de capital y capital de trabajo.
En el segmento de los créditos bancarios Industria realizó convenios con entidades públicas y licitaciones en las que también participó la banca privadas que permitieron a las pymes acceder al subsidio de hasta 7 puntos sobre la tasa de interés. Estas líneas, ejecutadas por el Régimen de Bonificación de Tasas, financiaron en los últimos dos años a más 11.500 empresas que realizaron inversiones superiores a $2300 millones y emplean a 350.000 trabajadores.
La mayoría de estos créditos -62%- fueron tomados por micro y pequeñas empresas. Desagregados por sectores el 75% de los préstamos corresponde a la industria, la minería y el comercio, el 19% el sector de servicios y el 5% a la construcción.
En el marco del Régimen se encuentran vigentes dos convenios, que involucran $1000 millones específicamente destinados a pymes que tengan proyectos de inversión en bienes de capital o necesiten acceder a capital de trabajo. Las líneas ejecutadas por el Banco Nación y BICE y subsidiadas por Industria presentan tasas más competitivas que las del mercado, permitiendo acompañar inversiones y potenciar el crecimiento industrial.
Para el segmento de pymes que presentan dificultades de acceso al financiamiento bancario, la línea Fonapyme otorga créditos de forma directa en condiciones preferenciales a empresas con proyectos de inversión que involucren generación de empleo. Esta línea que impulsa créditos al 9% anual con hasta 7 años de plazo, aplicó $425 millones que acompañaron proyectos de inversión y empleo en 335 empresas.
En 2012 también se crearon nuevos instrumentos que involucran nuevos destinos de inversión. La línea “Mi Galpón”, que ya recibió más de 360 solicitudes de empresarios pymes, está orientada a la compra o construcción de naves industriales y opera facilitando el acceso al financiamiento a través del subsidio de puntos porcentuales sobre la tasa de interés de la línea Financiamiento de Inversiones de Actividades para la MIPyME del Banco Nación.
A través de esta herramienta, presentada hacia fines de noviembre, las micro y pequeñas empresas del norte grande pueden acceder a una tasa del 9,5% anual, en tanto que las del resto del país pagarán un 11%; las firmas medianas pueden accederán a tasas del 11,5% si están radicadas en el norte y del 13%, en el resto del país.
El plazo de los créditos puede acordarse hasta 15 años, con un monto máximo de hasta $1,5 millones. La bonificación aplicada por Industria opera para los primeros 5 años del préstamo y para operaciones de hasta $800.000.
Asimismo, con el impulso del Ministerio de Industria como organismo de aplicación, en los últimos 2 años las Sociedades de Garantías Recíprocas (SGR) incorporaron a 2000 nuevas empresas pymes al sistema, que lo utilizaron para garantizar sus obligaciones. Este instrumento desde 2011 promovió más de 122.500 avales de crédito para empresas con dificultades a la hora de garantizar sus préstamos en entidades bancarias.